viernes, 13 de abril de 2018

Barroco: 3 pinturas, 2 versiones, 1 poema


La conversión de San Pablo, de Caravaggio, 
colección Odescalchi Balbi.
En el lapso entre los años 1600 y 1601, Caravaggio elaboró una visión de Saulo de Tarso, derribado del caballo en el camino a la ciudad de Damasco. Aparte de la ceguera, producto del deslumbramiento divino que mantiene en el suelo al hasta entonces furibundo perseguidor de los cristianos, la bestia perturbada resalta en el lienzo como cualidad notoriamente barroca: durante la época escenificada los viajes solían hacerse a pie. La riqueza temática que adquiere el relato bíblico, junto al notable trabajo de los claroscuros, no fue suficiente para obtener el agrado del mecenas eclesiástico, y el artista italiano debió entregar otro cuadro donde en verdad el caballo adquiere mayor protagonismo, conservando al futuro apóstol postrado y, en esta ocasión, sumido en lo que aparenta constituir un éxtasis. El poema que sigue a continuación ("Damasco", de mi autoría) pertenece al libro inédito Madonna y la teoría de las colas, y pretende describir un breve diálogo entre la segunda pintura, que hoy se aprecia en la iglesia de Santa Maria del Popolo (Roma), y La conversión de San Pablo de Pieter Brueghel el Viejo, cuadro de 1567. La escritura sugiere algunos lineamientos que William Carlos Williams plasmó en su última obra, ganadora del Premio Pulitzer de 1963, Cuadros de Brueghel. [Una nutrida y acertada selección del conjunto de textos poéticos se encuentra publicada en el portal digital de la revista Poesía, de la Universidad de Carabobo http://www.poesia.uc.edu.ve/blog/madonna-y-la-teoria-de-las-colas/]




La conversión de San Pablo, de Caravaggio,
iglesia de Santa Maria del Popolo,


Damasco  








Defeccionar, v. i. Pasarse a otro bando luego
de un cambio brusco de opinión. La más notable de
las defecciones que se tenga constancia es la
de Saulo de Tarso, quien ha sido criticado inflexiblemente como tránsfuga por algunos de nuestros diarios políticos.

Ambrose Bierce 
Diccionario del Diablo 











¿Por qué has puesto al caballo  
en medio de Santa Maria del Popolo? 
Se limita a inclinarse y ensayar 

una coz sin los aguijones  
de Eurípides, Esquilo y Píndaro 
por delante del viejo  

Brueghel quien también derribó  
a Saulo y lo escondió entre  
una legión de soldados más  

preocupados por la magnitud 
del risco que por el centro de  
la luz de Dios aunque  

en principio la estructura  
del poema es un  
tierno y cálido tributo  

al estilo que desplegara William  
Carlos Williams al final de sus días  
¿por qué Caravaggio 

si podías acostar a la bestia  
junto al jinete 
mientras desparramaban  

pruebas en torno a los 
artificios de la fe 
que siempre huyó hacia adelante? 


La conversión de San Pablo, de Pieter Brueghel el Viejo.

De J. M. Guilarte

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