La conversión de San Pablo, de Caravaggio, colección Odescalchi Balbi. |
En el lapso entre los años 1600 y 1601, Caravaggio elaboró una visión de Saulo de Tarso, derribado del caballo en el camino a la ciudad de Damasco. Aparte de la ceguera, producto del deslumbramiento divino que mantiene en el suelo al hasta entonces furibundo perseguidor de los cristianos, la bestia perturbada resalta en el lienzo como cualidad notoriamente barroca: durante la época escenificada los viajes solían hacerse a pie. La riqueza temática que adquiere el relato bíblico, junto al notable trabajo de los claroscuros, no fue suficiente para obtener el agrado del mecenas eclesiástico, y el artista italiano debió entregar otro cuadro donde en verdad el caballo adquiere mayor protagonismo, conservando al futuro apóstol postrado y, en esta ocasión, sumido en lo que aparenta constituir un éxtasis. El poema que sigue a continuación ("Damasco", de mi autoría) pertenece al libro inédito Madonna y la teoría de las colas, y pretende describir un breve diálogo entre la segunda pintura, que hoy se aprecia en la iglesia de Santa Maria del Popolo (Roma), y La conversión de San Pablo de Pieter Brueghel el Viejo, cuadro de 1567. La escritura sugiere algunos lineamientos que William Carlos Williams plasmó en su última obra, ganadora del Premio Pulitzer de 1963, Cuadros de Brueghel. [Una nutrida y acertada selección del conjunto de textos poéticos se encuentra publicada en el portal digital de la revista Poesía, de la Universidad de Carabobo http://www.poesia.uc.edu.ve/blog/madonna-y-la-teoria-de-las-colas/]
La conversión de San Pablo, de Caravaggio, iglesia de Santa Maria del Popolo, |
Damasco
Defeccionar, v. i. Pasarse a otro bando luego
de un cambio brusco de opinión. La más notable de
las defecciones que se tenga constancia es la
de Saulo de Tarso, quien ha sido criticado inflexiblemente como tránsfuga por algunos de nuestros diarios políticos.
Ambrose Bierce
Diccionario del Diablo
¿Por qué has puesto al caballo
en medio de Santa Maria del Popolo?
Se limita a inclinarse y ensayar
una coz sin los aguijones
de Eurípides, Esquilo y Píndaro
por delante del viejo
Brueghel quien también derribó
a Saulo y lo escondió entre
una legión de soldados más
preocupados por la magnitud
del risco que por el centro de
la luz de Dios aunque
en principio la estructura
del poema es un
tierno y cálido tributo
al estilo que desplegara William
Carlos Williams al final de sus días
¿por qué Caravaggio
si podías acostar a la bestia
junto al jinete
mientras desparramaban
pruebas en torno a los
artificios de la fe
que siempre huyó hacia adelante?
La conversión de San Pablo, de Pieter Brueghel el Viejo. |
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