jueves, 26 de abril de 2018

Mors Omnia Aequat


Barthel Beham es tal vez uno de los precursores menos conocidos del Barroco. No se sabe la fecha exacta en que su cuadro Enfant endormi avec quatre cránes et un sablier vio luz, pero dado Beham nació en 1512 y murió en 1540, estaríamos en presencia de una obra precedente al inicio del periodo Barroco.



En la pintura observamos numerosos aspectos característicos de la pintura barroca. Tres cráneos horizontalmente alineados en la parte inferior y uno más en la zona superior derecha del cuadro nos advierten sobre la omnipresencia de la muerte. Cada una de estas calaveras muestra un ángulo distinto, y si hacemos el recorrido visual de izquierda a derecha, notaremos cómo el nivel de detalle va en aumento. Luego, en la parte superior izquierda vemos a un niño dormido junto a un reloj de arena. Con un poco de imaginación, sin embargo, podemos asumir que el niño está en realidad muerto. De hecho, no queda claro si lo que vemos son sus párpados cerrados o un par de ojos en blanco; recordemos que el sueño como metáfora de muerte es también una característica del Barroco. El reloj de arena junto al niño parece decirnos: “memento mori, la infancia es una ilusión”, lo que constituye un recordatorio del inclemente paso del tiempo y de nuestra condición de mortal. Por último, podríamos pensar que existe una especie de juego de planos, aunque no resulta tan evidente ni tan ingenioso como en muchos cuadros propios del periodo Barroco. La posición del niño con respecto a los cráneos es ambigua. Por un lado, parece estar acostado sobre una losa elevada algunos centímetros sobre el nivel del suelo. Por otro, parece un cuadro o un cartel independiente, fijado en una pared detrás de las calaveras. La locución latina Mors Omnia Aequat (la muerte iguala todo) que reza sobre el niño contribuye a esta perspectiva, pero los detalles del borde inferior del segundo plano más bien apuntan a la primera hipótesis.


                                                                                                                           Alejandro Coita

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