Los planteamientos literarios del Barroco están muy vinculados a la filosofía de vida del hombre de la época; una constante búsqueda interna, una necesidad de conocimiento del yo , una visión del mundo pesimista y negativa y una situación de desconfianza y conflicto entre unos y otros, a esta manera de ver la vida y vivirla se asocia directamente la idea del mundo como teatro. El hombre barroco debe esconderse detrás de una máscara que le permita ocultar del mundo su verdad, es engaño, es disfraz. Observemos esta característica en la figura de Tisbea que se nos presenta en escena como una mujer que se burla del amor y de los hombres, aparentando ser dura e impenetrable, disimulando a través de esta actitud sus debilidades y sentimientos. Una necesidad de dominio de ella misma, usa su máscara para disimular sus ganas de conseguir un compañero, controla su pasión y el deseo a enamorarse, pues desconfía de todos y de todo. Su figura termina siendo la de la burladora burlada, una mujer presumida y vanidosa que conociendo la posición social de Don Juan ve en él una excelente oportunidad para subir de nivel social y este termina siendo el que la desenmascare.
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