miércoles, 27 de octubre de 2010

La belleza en la muerte de Ofelia.

En Hamlet, la obra de Shakespeare, Ofelia parece haber enloquecido por la muerte de su padre, en cambio en el poema Ophélie, de Rimbaud, hay un enfoque hacia la relación de amor que tenía con Hamlet y que, como se ve en estos versos: "y es que un día de abril, un bello infante pálido, / un loco misterioso, a tus pies se sentó. / Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca!", era sólo un sueño imposible de llevar a cabo, que la llevaría a la locura. En el poema se percibe como si la idea del suicidio viniera siendo lo que la liberaría: "Y es que los fríos vientos que caen de Noruega / te habían susurrado la adusta libertad.", irónicamente, al parecer, las voces no le dieron libertad, sino la muerte y, se pudiera agregar, que el poeta le da, en la condena de revivir por “más de mil años”, el honor de hacerlo mediante el arte y en nombre de la belleza.

La locura y la muerte, en Hamlet, son dos elementos que están presentes en el personaje de Hamlet, pero el personaje de Ofelia aporta el del amor. Rimbaud une a los dos por medio de esos tres elementos que son fusionados en el poema citado, cuyo objeto no es más que la contemplación de la belleza en la forma como fue retratada la muerte de Ofelia.

La percepción tanto del poema de Rimbaud como de la obra de Shakespeare cambia según la época. Así, en el teatro isabelino quizá era más poética la muerte debido a la locura por el dolor que provocó la muerte de su padre
, y en cambio en la época de los llamados poetas malditos lo pudo ser más la muerte debido a la locura por amor (esto no quiere decir que Ofelia no sintiera amor por su padre, sino más bien que el amor del que aquí se habla es conyugal).


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