Ofelia, un personaje cuyos pensamientos verdaderos no se expresan, pues a lo largo de la obra se ve obligada a actuar según se lo indican su hermano y su padre. Se dice fue el gran amor de Hamlet, aunque se nota claramente que en su sed de venganza termina por despreciarla. En el poema de Rimbaud, la imagen que se nos muestra de Ofelia es de una muchacha inocente que se ve envuelta en una tristeza enorme por el rechazo amoroso, sin embargo esto no lo podemos determinar a ciencia cierta en la obra, pues su locura aparece con la noticia del fallecimiento de su padre.
Debido a la ambigüedad en la personalidad de Hamlet no podemos negar ni afirmar si en verdad amaba a Ofelia, al igual que no sabremos si la doncella lo amó a él o terminó odiándolo después de todo el maltrato que él le expresó en su último encuentro. Lo que si vemos claramente es que, tanto Rimbaud como Shakespeare, nos manifiestan la imagen de una bella doncella, que muere injustamente, siendo muy joven: ¡Oh, pálida Ofelia, bella como la nieve!
Sí, tu moriste, niña, por un río arrastrada. (Rimbaud) // ¡Adiós! Que hubieses sido tierna esposa de mi Hamlet esperaba. ¡Oh dulce niña, pensé adornar tu tálamo de flores, ay, no sembrar con ellas tu sepulcro! (Reina. Acto V. Escena I ).
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