jueves, 28 de octubre de 2010

Ofelia y su rastro

Ciel ! Amour ! Liberté ! Quel rêve, ô pauvre Folle !

Tu te fondais à lui comme une neige au feu :

Tes grandes visions étranglaient ta parole

  • Et l'Infini terrible effara ton œil bleu !


-Ofelia (loca): (...) (Canta): Mañana es el día de San Valentín; al toque de alba, yo, que soy doncella, vendré a tu ventana para ser tu Valentina. Entonces él se levantó, se puso sus ropas y, abriendo la puerta de la cámara, hizo entrar a la doncella, que cuando salió ya no lo era.


¿Amor?, sí podemos encontrar en Hamlet amor hacia Ofelia, el mismo esta impregnado de la sustancia que empapa su vista ante la vida, suicida. Si, es verdad, se cuela la duda en el lector, pues ¿si no la ama por que parece ser la visión de su cuerpo inerte lo que lo impulsa (al fin) a la acción, lanzarse a la destrucción que tanto dice que persigue?.

Es confusa, contradictoria y velada esta relación; pues entendemos al leer que entre ellos ha pasado mucho de lo que poco se dice, y lo poco que tenemos se nos otorga en esos momentos: locura, disfraz del personaje (el loco que se cree cuerdo y se hace el loco), o exaltación, ese luto que dice valer mas que el de cuarenta mil hermanos. Y es que todo gira en torno a la intriga. Ofelia por descubrir la razón de su locura acepta engañar a Hamlet, él la utiliza para engañar a otros, incluida ella, que al salir de la cámara “ya no lo era” “doncella”. En su mundo cortesano, las intrigas se reflejan como espejos ante espejos.

Por lo cual ambos son oscuros, difíciles de descifrar; una por comedida y el otro por excesivo. El escenario en el cual son actores y público, no es fertil para el amor puro, y es terreno poco probable para aquel amor inocente que es traicionado, esa Ofelia que surge de algunos de los versos de Rimbaud . Si, ella se funde como nieve en el fuego, fuego que es el espíritu de Hamlet, demasiado cuerdo o demasiado ciego. Talvez creyó por el amor en la libertad de entregarse a él, así sería inocente y su credulidad su error, ¿fue así?. Quizas no lo amaba tanto como para negarse a ser complice de su engaño, y se entregó por motivos mas corporales, que sólo haber estado en la oscuridad de la cámara con el hombre que mató a su padre fuera la chizpa de su locura.

No se sí el fragmento de arriba le hubiera desagradado al Bardo, pero no me parece que se parcialice por la pureza o el libertinaje de Ofelia, lo cual encaja en esta la lectura ambigua de ella en la obra. Soñó con libertad, soñó con amor; en cualquiera de los casos,ese amor, más o menos decoroso, derritió como a velas los muros de su cordura; la consciencia estrangulo sus parlamentos en locura; y si bien esa mirada pudo no haber sido azul, aún siendo castaña la turbulencia de ese mundo la tiñó oscura.

1 comentario:

  1. ... Mal asunto, no había leído lo de los caracteres, disculpe profesor, de verdad no fue a drede. ¿Lo resumo?

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