domingo, 31 de octubre de 2010

La poetica muerte de Ofelia

“[…]bajo los rayos de los astros a

buscar aquellas flores que cogiste;

y que ha visto en el agua, recostada en sus velos,

flotar a Ofelia, blanca, como un enorme lirio.”

La muerte de la bella Ofelia. Al leer tanto el poema de Rimbaud como la escena en la cual Gertrudis describe el trágico final de la joven, la impresión que me dio fue verla como “una retorcida belleza”. En ambas se describe la muerte, se advierte la locura, se adentra a la oscuridad y se hunde en la frialdad, pero también se percibe la inocencia, la dulzura, la delicadeza. Es notable cómo el inhumano y cruel destino de Ofelia se ve pervertido por la hermosura de la escena, por una preciosidad macabra siendo así recordada como símbolo de amor y muerte.

Se extendieron sus ropas y por un breve rato cual si fuera una ninfa la llevaron flotando, mientras ella iba contando antiguas baladas, inconsciente de su propia desgracia...”. El anuncio de Gertrudis sobre la muerte de Ofelia es increíblemente poético. La muerte que la llevó a la locura, la locura que la inspiró al canto, el canto que la guió a las flores, las flores que la hundieron al agua, el agua que la arrastró a la muerte…

Ofelia es la imagen de amor en esta obra de Shakespeare, pero ¿hubo amor real entre Hamlet y ella? ¿No es acaso ella otro personaje que define a este príncipe? Quizás sí la amo, quizás no. Quizás sus cartas eran de verdadero sentimiento, hasta que el fantasma de su padre lo impulsa a las indecisiones y al descontento, a la locura falsa y al engaño. O quizás no la quiso desde el principio. Por otro lado, Ofelia al parecer sí amaba a Hamlet, aunque pongo en duda que el sentimiento no correspondido haya sido la causa de su “suicidio” como lo sugiriere Rimbaud, quien se inclina a lo romántico e idealizado, sino más bien por la muerte de su padre (o tal vez esta pérdida fue la última gota que colmó el vaso de agua). Pero un hecho es que su alma se quebró y estalló por ser sometida a tanta presión y pasiones.

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