martes, 23 de noviembre de 2010
Algunas referencias bibliográficas solicitadas
jueves, 18 de noviembre de 2010
Ofelia. El espejo no es el agua, es su muerte
¡Oh tú, Ofelia, eres tan memorable para el mundo porque eres un reflejo dulce y una advertencia peligrosa al mismo tiempo para todos los enamorados!
miércoles, 17 de noviembre de 2010
El asesinato de Ofelia: La Venganza de Hamlet.
Como un niño, Hamlet deja que la depresión le envenene el alma, al igual que Laertes, al igual que Ofelia.
Los tres son incapaces de superar el dolor que significa la pérdida de un familiar.
Si bien, fue un asesinato quién dio inicio a toda la tragedia, fue la venganza de Hamlet quien le dio fin.
Fingiendo locura, planea su venganza sin miramientos, sin miedo de lo que pase y a quiénes se lleve de por medio.
El primero en morir es Polonio, bajo la paranoia de Hamlet y las sospechas de su fingida locura. Este es el acontecimiento progenitor de la tragedia en Elsinor. De aquí todo empieza a empeorar precipitadamente. Porque fue este asesinato qué puso a Laertes bajo la sombra del mal y el tutelaje de la conspiración y la traición.
Fue el asesinato quién llevó hacia las profundidades de la Locura a Ofelia, desequelibrándola y dejándola tan frágil como una copa de cristal. Y fue esa tragedia la que le arrebató las ganas de vivir, impidiéndole luchar contra la fuerza del río por su vida.
Fue la torpe venganza de Hamlet la que le cobró todo lo que una vez quiso por la vida de su tío. Fue él mismo quien trago tragedia y desgracia a todo lo que quiso.
Y no fue el río, sino Hamlet quien asesinó a la Dulce Ofelia.
Marco A. Martínez
martes, 16 de noviembre de 2010
Pautas del primer trabajo
He aquí que hemos llegado a la cumbre poética de los tiempos modernos. Shakespeare es el drama, y el drama que funde bajo un mismo soplo lo grotesco y lo sublime, lo terrible y lo jocoso, la tragedia y la comedia; el drama que es el carácter propio de la tercera época de la poesía, de la literatura actual.
A partir de las lecturas de Hamlet, Rey Lear y As you Like it reflexione acerca de los elementos grotescos, bufonescos y trágicos que se mezclan en estas obras. Puede privilegiar un aspecto o bien una obra siempre y cuando no olvide en su comentario ninguna obra ni ninguno de los elementos mencionados.
Fecha de entrega: Miércoles 24 de noviembre de 2010
Extensión máxima: 3 cuartillas (una cuartilla es una página de 26 renglones con cuerpo de letra de 12 puntos e interlineado doble. Equivale a entre 1700 y 1850 caracteres con espacios).
Debe incluir una bibliografía aparte del cuerpo de tres cuartillas. El título es parte fundamental del texto y por lo tanto su originalidad será considerada.
Toda cita o referencia debe estar mencionada adecuadamente.
lunes, 15 de noviembre de 2010
domingo, 14 de noviembre de 2010
Ofelia y lo absurdo
jueves, 11 de noviembre de 2010
¡Cielo! ¡Amor! ¡Libertad!.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Ofelia
Ofelia
¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve,
muerta cuando eras niña, llevada por el río!
Y es que los fríos vientos que caen de Noruega
te habían susurrado la adusta libertad.
La sumisa Ofelia y su extraño final dejan muchas dudas en torno a este personaje, ella como paradigma de obediencia sin un padre ni un amor al que obedecer sucumbe a la locura y eventualmente al suicidio, pero ¿es Ofelia realmente dulce y obediente?¿O es más bien cobarde y débil de juicio? Ofelia no discute las decisiones de su padre ni refuta las palabras hirientes del príncipe, movida acaso por el amor a ambos pero ignorando así sus propias inclinaciones. Definida por la fidelidad a su padre y la pasión por Hamlet se pierde a sí misma en la muerte de uno y el desamor del otro, estando fuera de sí quedaba extinto el temor a su propia muerte convirtiendo a ésta en sinónimo de “adusta libertad”.
El personaje de Ofelia es un instrumento que nos permite completar el cuadro de la personalidad de Hamlet, le añade una ambigüedad más evidente; podríamos pensar que Hamlet ciertamente la amaba y buscaba protegerla de sí mismo al tratarla con frialdad durante los primeros actos, podríamos también pensar que la desplazó de sus pensamientos cuando le fue encomendada la venganza y confesada la verdad respecto al asesinato de su padre, o fuese quizás que no la amaba y el discurso sobre su tumba no fuese más que otra máscara ante los miembros de la corte. Pero una posibilidad menos discutida que las anteriores sería que ella con su absoluta entrega permitió que Hamlet se sintiese demasiado seguro de su amor y su permanencia, sin temer la pérdida del mismo, y no fue hasta que la supo muerta cuando concientizó la magnitud de sus sentimientos por ella, tal y como dice el refrán “nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido” y la cruda realidad de que nada dura para siempre.
Una obra como Hamlet cuyo más famoso monólogo es aquel que incluye la frase “ser o no ser” no estaría completa sin un suicidio y Ofelia siendo el eslabón perdido que no encajaba en la masacre final, era el personaje perfecto para el papel suicida y la opción más lamentable para éste; es el personaje que vence a través de la locura el miedo a la duda de lo que hay después de la muerte y decide “no ser” en lugar de seguir siendo. De modo que Ofelia no sólo fortalece la construcción de un personaje como Hamlet sino que además fortalece la construcción de la obra misma.
La suave tonada de la locura de Ofelia.
“su suave locura/murmura su tonada en el aire nocturno.”
Arthur Rimbaud
Ofelia era, aparentemente, como cualquier mujer de la época dentro de su inocencia y recato. Ante la adversidad se mostró tan frágil como una mariposa a la que se le atrapa en un puño y de allí que su cordura y entereza, con la muerte del padre en manos del amado deviniera en la desmesura, el quiebre.
El suicidio, que primero fue tristeza y locura, nos lo venía cantando Ofelia; cantaba y cantaba como si la música fuese un hilo que la condujera a otra realidad más grata, sin tantos desniveles. En el poema de Rimbaud ella ahora no sólo es personaje, si no que también es un cuadro lleno de lirios húmedos de tristeza, que viajan por el oscuro e irrevocable cause de la muerte, y también una canción que nos murmura la historia de su suave locura. E insisto en el adjetivo de suave en la locura de Ofelia porque más que grotesca la suya fue una locura que se la fue llevando poco a poco de este mundo, levemente. Además (y para mí es este el elemento barroco en ella) en su locura Ofelia dice mucho más de lo que llegó a decir estando cuerda. Tiene opiniones lúcidas mientras va cantando un dolor que no usa como instrumento, como móvil de venganza, a diferencia de Hamlet, a quien el deseo de venganza lo lleva a una ciega locura; ella se con-duele, y nos conmueve, como a Laertes, al ver cómo se lleva con ella su pena río abajo.
Dca2
“ y un canto, en oros, cae del cielo misterioso”
domingo, 7 de noviembre de 2010
Ofelia, la caída
“Frailty, thy name is woman”
Hamlet (Acto 1 , escena II)
Ofelia podría ser uno de los personajes menos Barrocos en Hamlet , parece hecho por Shakespeare a una medida renacentista, es la hija obediente que sigue en la obra los lineamientos que le dicta su padre y los reyes, su muerte resulta muy poética, casi alegórica, de un equilibrio vital subyugado (injustamente) por los demás personajes. Para mí ella representaba hasta el momento de su perdida de la razón, la cordura en la obra, ningún desequilibrio especial parece invadir su ser, y por eso que su caída final parece más dolorosa y desde un punto más alto, porque resbala de la cordura a la locura total en un corto trecho, sin poder liberarse del abismo: el rechazo de Hamlet y la muerte de su padre a manos de este.
Ofelia se encuentra perdidamente enamorada del príncipe a lo largo de la obra, y esto le otorga una sutil fragilidad a su personaje, ya que es el único de la tragedia que parece sentir amor verdadero por otro; Hamlet “un pobre loco” no sentía lo mismo, ya que la “sobrenatural” posesión del ideal de venganza de su padre, era el que dominaba cada fibra de su ser.
Ofelia parece ser víctima de las mascaras, de la sobreactuación de los protagonistas, es un personaje hasta cierto punto inocente que se encuentra al margen de todas las maquinaciones de la obra, y que a diferencia de su símil Cordelia en Rey Lear, no muestra la suficiente voluntad y fortaleza de carácter de esta.
La narración de su muerte: “Inclinada a orillas de un arroyo, elévase un sauce, que refleja su plateado follaje en la ondas cristalinas. Allí se dirigió, adornada con caprichosas guirnaldas de ranúnculos, ortigas, velloritas y esas largas flores purpúreas a las cuales nuestros licenciosos pastores dan un nombre más grosero, pero que nuestras castas doncellas llaman dedos de difunto. Allí trepaba por el pendiente ramaje para colgar su corona silvestre, cuando una pérfida rama se desgajó, y, junto con sus agrestes trofeos, vino a caer en el lloroso arroyo, A su alrededor se extendieron sus ropas, y como una náyade, la sostuvieron a flote durante un breve rato” (Acto 3 Escena VI) otorgan a Rimbaud ese ideal romántico para su composición del poema, existe una delicada conexión entre pureza, naturaleza y muerte en Ofelia, que le da un carácter distinto al de los otros personajes, es la opuesta al barroquismo y la verborrea excesiva del príncipe Hamlet , y a la continua falsedad del Rey Claudio. ¿Qué su muerte es la mas injusta de la obra? Si y la mas frágil también y esto la convierte sin duda en un personaje trágico por excelencia después de Hamlet, y mas conmovedor aún por su carácter aureólico e inocente.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Amores que matan
Ante esta locura lo único que queda inmutable es la naturaleza, donde Ofelia probablemente se refugió para meditar y reflexionar
su situación, y que después, bruscamente sería su fin.
Hamlet y Ofelia parecían sentir un gran afecto que no pudo concretarse por la locura de Hamlet. En Hamlet, debida a la sed de venganza
de su padre, a la frustación que le producía la relación incestuosa de su madre , el cinismo de su tío y su falso aprecio con respecto al antiguo
rey, no puede seguir manifestando un amor sano a la joven. Ofelia era tan sólo una válvula de escape para su desesperación. No cabe duda del amor de Hamlet hacia Ofelia; su dolor al conocer su muerte, nos evidencia que apesar de los conflictos y sus desprecios, su amor no había cesado. Sus desprestigios hacia ella sólo eran palabras que condicionadas por las circunstancias, salían de sus labios y buscaban herir. La actitud de Hamlet parace decirnos que muchas veces lo que más amamos es lo que más herimos y en lo que descargamos la presión de los problemas.
En el caso de Ofelia, la muerte de Polonio es un gran detonante que produce una decepción en su amor hacia Hamlet. No está bien que una chica ame y tenga una relación amorosa con el asesino de su padre. Su padre muerto y su amado asesino, loco y desligado de ella, es suficiente dolor para quitarse la vida. Sin duda la decisión de Ofelia deja al público asombrado pues no parece una acción de una mujer dulce e inocente amada por todos sus conocidos. Ofelia no parece pertenecer a ese prototipo de personaje suicida por su personalidad dócil y sumisa.
Ambos tuvieron grandes razones para desprenderse del amor a pesar de su profundidad y pasión, los problemas fueron más fuertes que ellos. A esto se refiere Rimbaud cuando dice "Te fundiste en él como nieve en el fuego". Hamlet y Ofelia tuvieron una comunión con sus circunstancias, que no supieron manejar, para dejar el amor de un lado; y en ambos, al parecer, dejaron que lo que los rodeaba tuviera más fuerza que la pasión pretendida.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Ofelia. La rebeldía y el suicidio
Para la sociedad inglesa del siglo XVII el papel de la mujer se limitaba a la maternidad, las labores domésticas y a cumplir cabalmente con los rígidos dogmas del cristianismo. Dentro de este contexto Ofelia se nos muestra como un personaje donde sus decisiones son tomadas por sus parientes. Ella se limita a cumplir con las normas y ordenes impuestas y no manifiesta ninguna intención de librarse del yugo social y familiar.
En consecuencia, resulta paradójico que la única decisión que tomó en su vida haya sido la de suicidarse, especialmente considerando que esta acción era el pecado más atroz que pudiera cometer un católico. Entonces, la locura que se le atribuye sirve como excusa para explicar que una joven virginal decida, en un acto de rebeldía inusual para la época, revelarse en contra de la prisión donde habían encerrado su condición de ser humano.
En el poema “Ophélie” Rimbaud destaca que “…Ofelia flota como un gran lirio, flota tan lentamente recostada en sus velos…” lo que no es más que el reflejo de la decisión de morar eternamente en el río como un emblema de libertad, de expiación del dolor y redención.
Samuel Johnson sobre Ofelia
...
The poet is accused of having shewn little regard to poetical justice, and may be charged with equal neglect of poetical probability. The apparition left the regions of the dead to little purpose; the revenge which he demands is not obtained but by the death of him that was required to take it; and the gratification which would arise from the destruction of an usurper and a murderer, is abated by the untimely death of Ophelia, the young, the beautiful, the harmless, and the pious.
Del "Preface to Shakespeare" disponible en: http://ebooks.adelaide.edu.au/j/johnson/samuel/preface/hamlet.html
Ofelia: Frágil Locura
martes, 2 de noviembre de 2010
Mala combinación
No moriste solamente en la pérdida tu amor y en tu propia muerte, ahora mueres en el corazón que se rompe cada día, eternamente, recordando que todo lo que se siembra se ha de recoger y que la fragilidad y la locura nunca han podido armonizar de manera conveniente, convincente o consistente.
LA MUERTE DE OFELIA ERA SU DESTINO
La muerte de Ofelia tenía que suceder; era su destino. Es esa suave melancolía que se apodera de ella, es su dulce locura, es su loca desesperación, es su pobre desanimo, su triste desamor que la lleva a la muerte. La importancia de la muerte de Ofelia no es el suicidió, sino una muerte ha quedado en los recuerdos del mundo. Ella debía morir ya que la vida es una tragedia y en la vida encontramos en el humano la pasión, la locura, el vicio que viven y hacen parte del hombre. Sabemos que el mundo es un teatro y las personas son sus actores. De esta manera Ofelia representa en Hamlet su mejor papel. No es un casta dame sino una cortesana libertina. Por esta razón, en el acto V, escena primera un Clown comenzado a abrir la fosa donde se debía enterrar a Ofelia, señala :" ¿Quieres que te diga la verdad?Si la difunta no fuese una dama distinguida, no le hubieran dado sepultura cristiana". La muerte está presente en todos los personajes de la obra de Hamlet. Sin embargo, Ofelia es una heroina, su muerte es digna de alabar, de darle la honra o exequias funebres que se merece. Muere sin confesarse, es por amor, por ese demonio que es el amor que nos lleva a sufrir sin límite. Es Ofelia una mujer modelo de sufrimiento, por ello decimos que es un excente personaje trágico. Morelys Salas
lunes, 1 de noviembre de 2010
LA MUERTE DE DOS OFELIAS
Asimismo, al momento de contrastar las Ofelias de ambos textos podemos encontrar otro elemento muy interesante que vale la pena destacar. Si bien es cierto que Rimbaud se basa en la Ofelia Shakesperiana, claramente no son las mismas. En “Hamlet” se da a entender que las razones que llevan a la joven a su irremediable locura es el asesinato de su padre. Mientras que en el poema lo que hace que Ofelia pierda la razón es la decepción amorosa causada por el rechazo del príncipe. Quizá en Shakespeare la indiferencia de Hamlet también haya influido en el sufrimiento de Ofelia, pero nunca se muestra tan evidente y profundo como en Rimbaud:
“(…) Y es que un día de abril, un bello infante pálido,
un loco misterioso, a tus pies se sentó.
Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca!
Te fundías en él como nieve en el fuego; (…)”
Es imposible evitar inclinarse un poco más por la muerte pasional e intensa que nos dibuja Rimbaud, ya que nos completa esa historia de amor que nunca termino de mostrarse o por lo menos nos da esa sensación de que Ofelia efectivamente si amaba a Hamlet. Esa es una de las tantas maravillas de esta obra, sus múltiples interpretaciones nos hacen conocer otro lado de personajes poco profundizados como Ofelia. Todo es parte de la magia que nos provoca Shakespeare, donde nunca se niega ni se afirma nada.
Sobre Ofelia, y Ofelia de Rimbaud
And that so lamely, as it leaves behind
A kind of sorrowing dullness to the mind.”
Farewell to Love, John Donne.
William Hazlitt, en “Characters Of Shakespeare’s Plays”, afirma que Hamlet está muy subyugado a los tribunales de su propio pensamiento como para peocuparse por las consecuencias prácticas de las cosas. Sabemos que Hamlet comienza a hacerle la corte a Ofelia antes de la muerte de su padre, y sabemos que luego de ella continúa haciéndosela (Acto I, Escena III). Pero, una vez visto el espíritu de su padre en armas, ya no parece ser tiempo para enamorarse; en consecuencia, su amor con Ofelia llega a ser el más vivo efecto de sus circunstancias; de la melancolía, la amargura y la frustración. Hamlet no puede actuar de otro modo. Ni tampoco hubiera podido explicarle su falta a Ofelia; porque, como afirma Hazlitt y luego le confirma Hamlet a la misma Ofelia, tiene más pecados sobre su cabeza que fantasía para darles fomas o tiempo para llevarlos a ejecución (Acto II, Escena IV). Sus maneras con Ofelia no pueden haber discurrido de otra manera y hubiera tardado años en decirle por qué. Para Ofelia, Hamlet fue mucho, sino todo; pero para Hamlet, luego de la aparición de su padre, Ofelia fue muy poco.
Es de esperar, entonces, que el entendimiento de Ofelia se haya privado por las acciones de Hamlet con respecto a ella. No otra cosa propone el poema intencionalmente visual de Rimbaud cuando exclama “Es que en una mañana de Abril, un hermoso caballero pálido, Un pobre loco / se sentó mudo a tus plantas”; o: “¡Cielo! ¡Amor! ¡Libertad! ¡Qué sueño, oh, pobre loca!/ Te hundiste en él como la nieve en el fuego”. Y ningunos otros versos iluminan mejor el motivo de su suicidio, o su sumisión en toda la obra, y ninguna otra razón parece haber en su asimilación de las promesas de amor de Hamlet que una verdad y no una apariencia, como le advertía Polonio. Muy tarde entendió que ellas eran, de principio a fin, apariencias; mejor dicho, que todo es apariencia. Y para esto tuvo su convencimieno final y recio en el asesinato de su padre; sólo cuando al fin su visión, como sus amplios velos, fue mecida muellemente por las aguas de una nueva y triste pecepción, al igual que Hamlet luego de ver la sombra de su padre. Y es, luego de ambos convencimientos, donde tal vez esté la mayor afinidad de estos personajes: a ambos “sus grandes visiones estrangularon a sus palabras”, y también a sus destinos.