Hamlet es incapaz de sobrellevar la muerte de su padre.
Como un niño, Hamlet deja que la depresión le envenene el alma, al igual que Laertes, al igual que Ofelia.
Los tres son incapaces de superar el dolor que significa la pérdida de un familiar.
Si bien, fue un asesinato quién dio inicio a toda la tragedia, fue la venganza de Hamlet quien le dio fin.
Fingiendo locura, planea su venganza sin miramientos, sin miedo de lo que pase y a quiénes se lleve de por medio.
El primero en morir es Polonio, bajo la paranoia de Hamlet y las sospechas de su fingida locura. Este es el acontecimiento progenitor de la tragedia en Elsinor. De aquí todo empieza a empeorar precipitadamente. Porque fue este asesinato qué puso a Laertes bajo la sombra del mal y el tutelaje de la conspiración y la traición.
Fue el asesinato quién llevó hacia las profundidades de la Locura a Ofelia, desequelibrándola y dejándola tan frágil como una copa de cristal. Y fue esa tragedia la que le arrebató las ganas de vivir, impidiéndole luchar contra la fuerza del río por su vida.
Fue la torpe venganza de Hamlet la que le cobró todo lo que una vez quiso por la vida de su tío. Fue él mismo quien trago tragedia y desgracia a todo lo que quiso.
Y no fue el río, sino Hamlet quien asesinó a la Dulce Ofelia.
Marco A. Martínez
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